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El milhojas es un postre típico francés que consiste en capas de hojaldre horneadas e intercaladas con crema pastelera o nata montada. Aunque parezca una propuesta muy sofisticada, es muy fácil de preparar en casa y esta receta lo demuestra. En poco más de media hora tendrás listo un dulce muy goloso que puedes acompañar con tus frutas favoritas.
2 láminas de pasta filo
1 cs. de azúcar glas
50 gr. de nata al 35%MG
½ u piel de limón
60 gr. de yema de huevo
20 gr. de harina de maíz
1. Calienta la leche con la nata y 20 gr. de azúcar e infusiona 10’ la rama de canela y la piel de limón. En un bol bate las yemas con 20 gr. de azúcar y la harina de maíz hasta obtener una mezcla blanquecina.
2. Lleva a ebullición la infusión y viértela colándola sobre la mezcla de yemas sin parar de remover. Vuelve a poner la mezcla al fuego y calienta sin parar de remover hasta que espese. Retira del fuego, incorpora la mantequilla y emulsiona bien la mezcla. Filma a piel y reserva en frío.
3. Corta la pasta filo en cuadrados del mismo tamaño y ponlos sobre un tapete de silicona en una bandeja de horno. Pinta con la mantequilla fundida y espolvorea un poco de azúcar glas por encima. Coloca otro cuadrado encima y repite la misma operación tres veces para tener una pieza del milhojas y así sucesivamente hasta acabar las láminas de pasta. Cuece a 210ºC, 5 minutos.
4. Pon un punto de crema pastelera en la base del plato con la ayuda de una manga pastelera. Coloca un cuadrado de pasta filo encima y pon unos puntos de crema por la superficie del cuadrado. Cubre con otra lámina de filo y repite la operación hasta obtener 3 pisos. Decora con fresas troceadas encima y azúcar glas espolvoreado.
La canela y el limón dan a esta receta un sabor distintivo
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